Sabemos que todas las guerras aumentan las injusticias, ésas que teóricamente llevaron a emprenderlas, pero desde tiempos remotos lejos de resolver despropósitos los conflictos bélicos generan otros que, en ocasiones, llegan a proporciones impensables para cualquier persona de las que nos preciamos de ser civilizadas.
El pueblo palestino es una muestra del sufrimiento constante porque se debaten entre "dos frentes", uno generado por el terrorismo interno y otro por el "contra-terrorismo" que el estado de Israel imprime al territorio en defensa de los propios intereses y de sus ciudadanos.
Pero nada justifica más tragedia porque ahora mismo Palestina es el Holocausto, no hay más que decir.
Las ONG, formas de asociacionismo ciudadano alrededor de objetivos concretos, están denunciando constantemente abusos a los que la población civil palestina es sometida en una política "defensiva" que deja mucho que desear porque no parece "aniquilar al terrorismo" sino todo lo contrario, lo nutre.
No puedo imaginármelo.
No puedo pensar si allí estuviese cómo sería mi vida como madre, como esposa, como ciudadana, pero en honor a la verdad tampoco puedo pensar volver a vivir en un territorio, como actualmente pasa en algunas partes israelíes, donde las bombas, los atentados, el fanatismo suicida (y homicida) pueda arrebatarte la vida en un segundo.
Así que el problema es más que complejo, porque ambas partes son cada vez más irreconciliables porque ya han crecido con la violencia dentro como algo inevitable que no pueden abandonar.
Nada más lejos de la realidad.
Se puede cambiar, se debe cambiar, se tiene que avanzar hacia otros horizontes donde vivir dignamente seas palestino o israelí sea real.
Mientras tanto se recogen firmas para que el estado de Israel no prive de agua potable ahora mismo al pueblo palestino.
El pueblo palestino es una muestra del sufrimiento constante porque se debaten entre "dos frentes", uno generado por el terrorismo interno y otro por el "contra-terrorismo" que el estado de Israel imprime al territorio en defensa de los propios intereses y de sus ciudadanos.
Pero nada justifica más tragedia porque ahora mismo Palestina es el Holocausto, no hay más que decir.
Las ONG, formas de asociacionismo ciudadano alrededor de objetivos concretos, están denunciando constantemente abusos a los que la población civil palestina es sometida en una política "defensiva" que deja mucho que desear porque no parece "aniquilar al terrorismo" sino todo lo contrario, lo nutre.
No puedo imaginármelo.
No puedo pensar si allí estuviese cómo sería mi vida como madre, como esposa, como ciudadana, pero en honor a la verdad tampoco puedo pensar volver a vivir en un territorio, como actualmente pasa en algunas partes israelíes, donde las bombas, los atentados, el fanatismo suicida (y homicida) pueda arrebatarte la vida en un segundo.
Así que el problema es más que complejo, porque ambas partes son cada vez más irreconciliables porque ya han crecido con la violencia dentro como algo inevitable que no pueden abandonar.
Nada más lejos de la realidad.
Se puede cambiar, se debe cambiar, se tiene que avanzar hacia otros horizontes donde vivir dignamente seas palestino o israelí sea real.
Mientras tanto se recogen firmas para que el estado de Israel no prive de agua potable ahora mismo al pueblo palestino.
Si quieres unirte a la iniciativa ciudadana ,PARTICIPA y firma en la web que ya te doy:
http://www.actuaambamnistia.org/ pincha y te llevará al link de abajo donde tienes que firmar...
http://www.es.amnesty.org/actua/acciones/exige-a-israel-que-respete-el-derecho-al-agua-de-la-poblacion-palestina/
No hay comentarios:
Publicar un comentario