Hace unos días publiqué en este mismo espacio acerca de un acto multicultural que se llevaría a cabo en la finca pública de Son Real, donde se presentaría ,de manos de su autor Mateo Cladera, el libro "Mallorca Global: 100 países", además de la actuación de un coro integrado por personas de origen africano.
Les quiero contar cómo se desarrolló el encuentro.
Lo defino con una palabra: exitoso.
Pero lo de exitoso tiene un significado mucho más completo de lo que parece porque escucharlo al autor del libro decir claramente la dimensión real de extranjeros en la actualidad en el municipio de Santa Margalida ha sido para muchos (incluída yo misma) "una revelación".
Paso datos aproximados pero contundentes.
De las doce mil y pico de almas que habitamos ahora mismo el muncipio más de cuatro mil somos extranjeros, ES DECIR, UNA DE CADA TRES PERSONAS, lo cual revela que lo que ya adelantara al alcalde en el 2000 acerca de que "cada vez seríamos más" no ha sido erróneo.
Una de cada tres personas y AHORA MUCHAS MÁS CON DERECHO A VOTO PARA LAS ELECCIONES LOCALES lo que aumenta de manera significativa EL PESO DE LOS INMIGRANTES HOY EN DÍA.
Y YO ESTOY MUY CONTENTA, NO VOY A NEGARLO. Porque no nos han escuchado cuando éramos menos o cuando no podíamos ejercer el derecho al voto pero... ¿y ahora ?.
Creo que ahora LAS COSAS EMPEZARÁN A CAMBIAR Y MUCHO.
El libro promete una visión sensible de nosotros, de nuestra manera de "entender el mundo que nos ha tocado ahora habitar".
El coro nigeriano resultó ser de la iglesia evangélica "Christ Kingdom Victory" que una vez a la semana se reúnen en Palma de Mallorca para oficiar una misa con música gospel cantada en un inglés tan perfecto que más que africanos parecían neoyorquinos.
El presidente de ésta iglesia, Pastor Benjamín A.Víctor, dedicó unas palabras de agradecimiento por la posibilidad de estar allí mostrándonos esa maravilla de la alteridad, de valorar lo diferente en nada más ni nada menos que un énclave como Son Real tan querido por todos los mallorquines.
ANOCHE SENTÍ ALGO QUE EXTRAÑABA, SENTÍ QUE ENTONCES SEA POSIBLE QUE NOS ACEPTEN TAL CUAL SOMOS, SIMPLEMENTE POR EL HECHO DE SER PERSONAS MÁS ALLÁ DE LAS DIFERENCIAS ÉTNICAS, CULTURALES O IDEOLÓGICAS.
TENEMOS DERECHO A SER INTEGRADOS.
TENEMOS EL DEBER DE HACERLO.
Y BAJO LA MÁGICA LUNA CASI LLENA QUE ILUMINABA RESTOS ARQUEOLÓGICOS DE LOS PRIMEROS HABITANTES, SE PRODUJO UN BREVE MILAGRO, TODOS FUIMOS IGUALES.
